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Monsieur Privé descubriendo el menú degustación del Restaurante Toto de Barcelona ( C/Valencia )

En el corazón del Ensanche barcelonés se encuentra un mágico espacio gastronómico donde poder disfrutar de una excelente selección de platos elaborados con ingredientes de temporada. El Restaurante Toto es a día de hoy un referente en cuanto a alta cocina de mercado se refiere y quien lo prueba siempre repite. Su excelente ubicación lo convierte en un lugar de fácil acceso y su cálida decoración, obra del célebre y afamado arquitecto Lázaro Rosa-Violán, invita a entrar y a quedarse, transformando una simple comida o aperitivo en una experiencia única e irrepetible.
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Su atmósfera intima y discreta lo convierte en el escenario perfecto para todo tipo de encuentros y celebraciones a cualquier hora del día gracias a su servicio de cocina ininterrumpido. En Toto el detalle es cuidado al máximo y nada se deja al azar. Parte del secreto de su éxito reside en cuidar al máximo la relación con su clientela y su misión consiste en que todo salga perfecto sin margen alguno a la improvisación.
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La carta varía en función de los ingredientes disponibles cada temporada y huye de pretensiones. Cuando se cocina con cariño e ilusión el comensal lo nota y ello le emociona. 

En un lugar donde tradición e innovación van de la mano todo es posible y el factor sorpresa está presente en  todos y cada uno de los platos.

Si vuestro tiempo y disponibilidad os lo permite, animaros a probar su completo y elaborado menú degustación, no os defraudará y podréis comprobar que ha sido una excelente elección.
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Durante la espera, a modo de entrante se ofrece una original tabla de panes artesanos para regarlos con aceite de oliva, un sano ritual de la cultura mediterránea que ayuda a abrir el apetito.
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De primer entrante nos sugieren crema de coliflor con almendras. Su contraste de texturas da forma a un conjunto muy equilibrado y rico en matices.

Continuamos con una ensalada de remolacha asada con naranja de la variedad sanguina, queso de cabra y nueces tostadas. Poesía visual en estado puro, armonía en cuanto a sutilezas de aromas y cromatismo se refiere.

Para compartir y hacer más intima la velada nos es servida una tortilla revuelta crujiente con huevo poché, alcachofas y jamón serrano. Como si de un degradado se tratase, en su presentación está presente toda la gama de tonos tierra.

La presentación de los gnudis de mantequilla noisette con salvia y parmigiano es jovial, coqueta y desenfadada. Pese a que su cantidad os dejará saciados quizás lo penséis y pidáis repetir. Quien avisa no es traidor.
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El tártar de solomillo con alcachofa de Jerusalén acompañado con patatas paja es toda una delicia, si os gusta pedir un poco de tabasco y ya veréis como aporta una nueva sinfonía de sabores.

Como plato principal destacar el suculento cordero de larga cocción con judías verdes salteadas que corona este menú degustación. Una carne sumamente melosa que se deshará en vuestro paladar.

El broche de oro es puesto con una porción de tarta a elegir de su extenso y completísimo buffet de postres. En mi caso me decanté por la tarta tatin. Como si de un bosque nevado se tratase, los frutos rojos que la acompañan aportan un rico matiz de colores y sabor a esta deliciosa tarta.

Si tras leer esta sugerencia os apetece vivir una experiencia gastronómica única e irrepetible no dudéis en reservar mesa.

Monsieur Privé en la presentación de la nueva carta del Restaurante Toto de Barcelona.

En pleno corazón del Ensanche barcelonés se haya uno de los espacios gastronómicos más reconocidos y singulares de la Ciudad Condal.

El Restaurante Toto nace en reconocimiento a la buena cocina y en homenaje al esmero con el que día a día se transmite de generación en generación la pasión por la cocina y el arte de la mesa.
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Tras superar la denominada "prueba de los seis meses" y satisfacer con nota al exigente paladar catalán, la llegada de la estación estival ha servido de excusa a este restaurante, obra de Lazaro Rosa Violán, para presentar su primera carta de tapas. 
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Basándose en la tradición que caracteriza a la elaborada cocina italiana, su chef se inspira en la base de la misma y apuesta por reinventarla adaptándola a los gustos del comensal local.  

Su amplia oferta gastronómica permite frecuentar el establecimiento a cualquier hora del día. 

Sus desayunos son a día de hoy verdaderos puntos de encuentro entre vecinos del barrio o profesionales de la zona, pensando en estos últimos fueron creados los "Bussines Lunch", menús de medio día que cambian cada semana según los productos disponibles cada temporada donde el comensal puede escoger si decide comer 2 ó 3 platos de carta.

Su "After work" goza también de mucha aceptación entre la clientela. A partir de las 18:00h cada vez son más los que apuntan a disfrutar de las sesiones en vivo del conocido DJ Uri Mood, hecho que en un sin fin de ocasiones convierte las meriendas con compañeros de trabajo en cenas con amigos.

El encanto de su terraza, abierta todo el año, se integra a la perfección con la arquitectura predominante de su calle, su estilo ecléctico, elegante y atemporal convierte a este espacio exterior en un punto de encuentro único.
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Sus platos se inspiran en los clásicos de la cocina italiana y su elaboración es precedida por una rigorosa selección de productos de temporada que varían en función de su disponibilidad estacional y en la cultura del denominado "Km 0".

Abiertos a compartir con todo el mundo el secreto del éxito de su cocina, esta fue diseñada de tal forma que queda abierta al comensal, pudiendo así ver el proceso artesanal que se sigue en la elaboración de todos y cada uno de los platos que son servidos.
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De su carta de tapas destaca  la simplicidad y la laboriosa presentación de las mismas. 

Su carta de tapas italianas de verano la abre esta deliciosa polenta frita con gorgonzola.
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Basándose en la filosofía de la cultura de la gastronomía "Km 0" encontramos estas tapas de anchoa de l'Escala con queso.  
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Un guiño a las raíces de la cocina italiana sería esta torta del casar con mermelada de cerezas
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Poco a poco se eleva el grado de sofisticación y este es plasmado en pequeñas tapas de foie con cebolla caramelizada como esta. 
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El clásico de la casa es esta focaccia Toto con prosciutto y romero. 
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Para los amantes de los contrastes nace esta tapa de pate de almendras con pimiento. 
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Alcachofas fritas marinadas con limón y chili.
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Los entrantes se caracterizan por una elaborada fusión de texturas donde el color juega un papel indispensable.

Ensalada de escarola, nísperos, nueces, eneldo con vinagreta y crême fraîche
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Algunos platos como esta tempura de calabacín con menta rellena de queso feta, rinden pequeños homenajes a la cultura local, como en este caso a la festividad de Sant Jordi
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Como marca la tradición, la pasta de cada plato es elaborada artesanalmente al pedirse cada plato. Esta ensalada de pasta casareci con feta es un claro ejemplo de ello.
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De sus platos principales destaca su cordero asado con salsa de calabacín y menta. 
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El mismo y el esmero con el que son elaborados los postres ayudan al comensal a llevar a cabo pequeñas regresiones a la infancia, rememorando sus postres preferidos elaborados por la abuela.

Pastel de higo con helado de pistacho.
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Para recrearse en una opípara y eterna sobremesa no hay nada como saborear un delicioso capuccino con el que sorbo a sorbo el comensal se traslada a la mismísima Milán
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Para aquellos que no quieran descuidar su línea el restaurante pone a su servicio una extensa y variada barra de frutas. 
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Los más golosos podrán saciar su gula saboreando la rica repostería artesanal elaborada diariamente en el restaurante.
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