El flagship store de Carner
Barcelona, un hermoso oasis mediterráneo,
situado en el corazón de la ciudad, fue el
escenario elegido para presentar “Revolución”,
su nueva fragancia. El acto, conducido por Sara
y Joaquim Carner, hermanos, socios y
fundadores de la empresa y a su vez, descendientes de un largo linaje de profesionales del cuero español, contó con la participación de numerosos medios de
comunicación especializados que no quisieron perderse la cita y de ese modo poder descubrir, en
primera persona, la magia y el misterio que envuelve a la trigésimo segunda
creación de la marca. Una nueva referencia perteneciente a la línea History Collection.
El espacio, obra del reconocido estudio Jofre Roca Arquitectes, fue proyectado a modo de lienzo en blanco donde poder
dejarse llevar a través de los sentidos. Por sí mismo, actúa a modo de remanso de
paz para el alma, sin pretesiones ni artificios. Un punto de encuentro obligado entre el ahora y el recuerdo. En definitiva, el elemento clave e indispensable con el que poder
potenciar al máximo, la experiencia sensorial que acompaña a cualquier perfume. Sus encalados
muros de piedra, custodiados por altos techos abovedados, con ritmo y armonía, se encargagn de hacer el resto, infiriendo al producto un aura de misticismo único, muy difícil de encontrar hoy en
día.
Estas composiciones olfativas,
consideradas alta perfumería de autor,
son genuinas y excepcionales, tanto por la primerísima calidad de sus materias
primas como por la pasión y la intensidad que desprenden las historias que se
esconden dentro de cada una de sus notas. “Revolución”
es una creación del reconocido maestro perfumista Benoist Lapouza, autor de best
sellers como Once Upon a Time de Kenzo, Fendi Pour Homme de Fendi,
Cool Water Pure Pacific de Davidoff o Wild Insence de Roberto
Cavalli. Con ella, invita a celebrar
la resilencia, el empoderamiento y la liberación. Se contextualizaría dentro de
un período de tiempo marcado por el cambio, el progreso y la transformación que
puso en marcha la revolución industrial. Su carácter rebelde la clasificaría dentro de la categoría de las eau de parfum
amaderadas, sin embargo, sus notas
metálicas son las encargadas de hacerla única y singular. A su salida, en un primer momento se
percibe un original bouquet compuesto
de tomillo y flor de naranjo con un acorde claramente oxigenado. En su corazón late con fuerza el azafrán, el
té mate y la hoja de violeta y pasadas unas horas, en su base, aún guarda un intenso aroma a cedro de Texas, incienso
de Somalia y especialmente a cuero.
Visitar este templo olfativo
va más allá de cualquier experiencia de compra, supone aceptar de antemano, un
reencuentro con nosotros mismos, donde a través de una nostálgica mirada al
pasado, poder continuar caminando hacia el futuro.
(Imágenes cortesía de Carner
Barcelona, C/ Diputación, 266)