Monsieur Privé en el cocktail inaugural de la exposición Barcelona Haute Couture

El pasado 13 de diciembre el emblemático Palau Robert de la Ciudad Condal, ubicado en el céntrico y exclusivo Paseo de Gracia Barcelonés, abrió sus puertas para dar la bienvenida a los más de 400 invitados que no quisieron perderse la inauguración de una de las exposiciones más memorables y representativas de la moda catalana hasta el momento.

Barcelona Haute Couture, es una retrospectiva que por primera recoge las prendas clave de los principales y más importantes diseñadores de moda de la época de mayor esplendor y bonanza  económica del sector textil en Catalunya y las reúne bajo un marco de ensueño hasta el próximo 28 de febrero de 2011.

Sin duda todo un recreo para los sentidos, al servicio de la memoria de aquellos nostálgicos que vivieron en primera persona el esplendor de un oficio y también para los nuevos amantes apasionados de hoy que aman la moda.
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Detalles de la elegante escalinata y la clásica arquitectura que decora el majestuoso Palau Robert.
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Eloy Privé, CEO y Presidente del sello y la firma de moda Monsieur Privé y cronista social deluxe, posando en el photocall a su llegada al Palau Robert.
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Instantes del decurso del inicio del cocktail inaugural que se sirvió a todos los invitados allí presentes.
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Vista general de la instalación que recrea y emula el ambiente y la decoración típica de un estudio de moda.

Un pequeño homenaje a ese espacio íntimo y en multitud de ocasiones oculto, en el que el diseñador de moda proyecta y plasma sobre el papel las ideas surgidas de su mente.
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Detalle del caos reinante sobre el escritorio de todo buen diseñador de moda. Un caos racionalmente estructurado, donde muestras de tejidos banderas con muestrarios y herramientas comparten protagonismo junto al creador.
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La célebre casa de tejidos Gratacós, uno de los establecimientos de venta de tejidos, más prestigiosos y de mayor renombre que aún perduran en la Ciudad Condal, quiso rendir homenaje al loable oficio de la modistería, recreando un espacio creado a través de prendas confeccionadas en tejidos vírgenes rodeadas de rollos de tejidos antiguos de la época que la mítica casa de tejidos aún posee.
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Muestrarios de tejidos de la época, bordados en hilo de plata, oro, pedrería y aplicaciones.
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Detalle de la instalación de zapatos de tacón expuestos, obra del magnifico y célebre virtuoso de la aguja Manuel Pertegaz
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Los tocados junto con el vestido y el calzado fue uno de los complementos más importantes dentro del atavío de la dama de la época.

(En la imagen detalle de algunos de los tocados que se exponen en la instalación dedicada a éste complemento)
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Una de las piezas más importantes de la exposición son ésta colección de tres vestidos de la firma francesa de moda Lanvin, que datan de 1920 y 1924, tres creaciones de alta costura que permanecen imperecederas al paso del tiempo.

Muchos de los allí presentes bromearon realizando una comparativa desde un punto de vista de calidad y manufactura, con las prendas de la reciente colección de la firma en colaboración con la cadena sueca de moda H&M.
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Detalle del display en el que efectivamente se aprecia que las prendas son creaciones originales de la diseñadora de moda Jeanne Lanvin que datan de los años 20.

Se trata de vestidos de fiesta, confeccionados en falla de seda con aplicaciones de tul bordadas.
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Vestido de novia confeccionado en raso de seda con motivos geométricos bordados en hilo de oro y cola pavo real.  
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Entrañable imagen en la que los hijos de la propietaria del vestido, posaron junto al traje de novia que perteneció a su madre, un emotivo e inolvidable día como fue el de su enlace.  
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A la izquierda, plano medio del vestido imagen de la exposición, obra del gran creador de moda de todos los tiempos Cristóbal Balenciaga. Un vestido sin mangas, escote redondo y talle recto o también conocido como tubo , ricamente bordado con lentejuelas, pedrería y aplicaciones creando figuras y motivos florales.

A la derecha, vestido marfil con escote corazón, bordado ricamente con perlas y cuentas de cristal obra del modisto de la época, Pedro Rodríguez.
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