Por tercer año consecutivo Cutty Sark ha celebrado su ruta Cuttybandista, un encuentro entre 16 influencers de toda España, entre ellos Eloy Privé, donde mediante una travesía en velero por el Mediterráneo, se recrea en alta mar con todo lujo de detalles, la atmósfera y el espíritu del período de la Ley Seca.
Una loca y descabellada aventura cuyo éxito está más que asegurado, teniendo en cuenta que transcurre mar adentro y junto a dieciséis completos desconocidos.
Como si de un reallity show se tratase, los 16 polizones conviven bajo un mis techo, rumbo a la deriva y amparados bajo los caprichosos vaivenes del destino. Una experiencia única y singular donde poder reforzar dotes de liderazgo, auto reafirmarse o ahogar entre cascadas de perlas egos e idolatrías de juventud.
Con todos los ingredientes necesarios para preparar un cóctel explosivo, salsa rosa al whisky incluida, todo parece estar listo para embarcarse en la aventura del verano.
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Tras pasar los rigurosos controles de seguridad y sobrevivir a las kilométricas colas de facturación del Aeropuerto del Prat de Barcelona, a las siete en punto de la mañana se abrían las puertas del paraíso, adentrándonos en tierra de nadie, ese maravilloso mundo donde los perfumes, la alta cosmética y demás artículos de lujo carecen de impuesto alguno y nuestra Visa tiembla un poquitín menos cuando recibimos su extracto a final de mes tras nuestra última visita.
Con un look informal compuesto por un bolso estilo navy de Jean Paul Gaultier, una camisa de estilo militar de Ralph Lauren complementado por gafas, colgantes y broches de Chanel, sin olvidar mis zapatillas Paredes y camiseta de Adolfo Dominguez, para que no se diga no se apoya a la moda española, puse rumbo a lo desconocido, con mucha ilusión, el corazón lleno de alegría y mi pochette de viaje, regalo de Hermès, a rebosar de Biodraminas.
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Una rápida y tranquila hora de vuelo que entre risas y confidencias con otra Cuttybandista transcurrió amena y sin turbulencia alguna.
Al llegar al Aeropuerto de Ibizia nos esperaba nuestro chófer que tras darnos una afectuosa bienvenida y un cálido recibimiento nos ofreció un refrigerio antes de conducirnos al puerto de San Antonio.
Una vez allí tras llevarse a cabo las debidas presentaciones, conocimos a un ameno y divertido grupo de representantes de Cutty Sark de toda España acompañados por sus respectivas parejas, poniendo juntos rumbo a alta mar.
La embarcación, un velero a dos niveles, completamente equipado nos conduzco por las calas con más encanto y los recovecos más ocultos de la Isla. Con unas vistas de lujo y una compañía de excepción daba comienzo una inolvidable y divertida travesía por el Mediterráneo cuya corte nos fue hecha por una familia de delfines, un regalo del mar dado que rara vez pueden avistarse tan cerca de la costa.
Tras una maratoniana jornada de más de seis horas de travesía, poniendo como testigo a las gaviotas, el capitán de nuestra goleta, el Alanía, nos vino a recoger en una zodiak para conducirnos y embarcarnos junto al resto de Cuttybandistas, procedentes de otras comunidades autónomas, rumbo a lo desconocido.
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Con una inmaculada luz blanca y unas aguas cristalinas en tonos lapislázuli como telón de fondo, vimos aparecer el Alania, una goleta ecológica y auto-sostenible de 27 metros de eslora y 7 de manga con 3 de calado que majestuosa como Neptuno guiado por su cuadriga marina entraba en el muelle del Puerto de San Antonio a darnos la bienvenida.
Customizada al completo por Cutty Sark, hasta el más mínimo detalle, todo estaba listo para hacernos sentir como auténticos Cuttybandistas.
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En cualquier viaje no pesa más nuestro equipaje que todas y cada una de las experiencias vividas.
El crecimiento del ser humano va más allá de lo tangible y lo material adoptando una postura introspectiva cuando más lejos se encuentra de su núcleo de bienestar y más le invade una sensación de profunda soledad.
Colores, texturas, sabores y un sin fin de sensaciones poco a poco son adoptados por nuestro inconsciente dentro de nuestro imaginario personal, casi sin darnos cuenta.
Adoptar una postura abierta y tolerante supone abrir la puerta al enriquecimiento y la expansión de nuestro conocimiento. Ello lo aprendí de la célebre concertista de piano Paola Gutíerrez, que invitada por Cutty Sark pudo disfrutar de una maravillosa travesía junto a nosotros, el capitán de nuestra goleta, Daniel Méndez o Laura Capó Jefa de Publicidad de la revista S Moda. Maravillosas personas que el destino puso en mi camino para convertir en inolvidable este precioso viaje.
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Nuestro kit de supervivencia, compuesto por unas gafas de Cutty Sark y otras cortesía de la reconocida firma Hysteresism también incluía un extensor para realizar selfies, una crema protectora, un llavero, una toalla, dos camisetas, una gorra, un guarda polvo hermético para nuestro smart phone y un saco estilo navy.
Del atrezzo de abordo destacar las originales tazas de cerámica y los cómodos cojines que decoraban toda la cubierta.
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Siguiendo la filosofía sostenible que reina a bordo del Alania, los alimentos servidos fueron 100% ecológicos y Km 0 y elaborados con ingredientes 100% naturales.
Cada comida estuvo compuesta por un sano entrante, un sabroso primer plato y un delicioso postre típico de Ibiza.
De estos últimos destacar la greixonera, un delicioso flan de huevo con textura de pudding con su caramelo al punto y el flaó, un refrescante bizcocho relleno de crema y menta con cierto regusto a mojito.
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De este viaje de ensueño regreso a mi cotidianidad habiendo reforzado mis convicciones, mi dinámica y mi método personal.
Tal y como decía Coco Chanel: "-Para ser irremplazables hay que ser únicos."
Vivimos en una sociedad donde todo el mundo quiere sentir que forma parte de ella y vive con miedo a ser excluido.
Llegado a este punto es cuando se debería de hacer un alto en el camino, dar dos pasos hacía atrás para tomar distancia y dar las gracias a la vida por habernos hecho únicos y diferentes.
Como todo viaje este llegó a su fin.
¿Continuará...?
Llegado a este punto es cuando se debería de hacer un alto en el camino, dar dos pasos hacía atrás para tomar distancia y dar las gracias a la vida por habernos hecho únicos y diferentes.
Como todo viaje este llegó a su fin.
¿Continuará...?