El pasado 13 de octubre abrió de
par en par sus puertas el Skyfall Cocktail Club, el nuevo place to be por antonomasia de la
capital catalana. Un nuevo punto de encuentro tanto para los amantes de lo
genuino como para los buscadores de espacios únicos y con personalidad propia. Situado a 105
metros de altura, en la planta 29
de uno de los edificios más altos y vanagloriados del skyline barcelonés, el Hotel Hyatt Regency Barcelona Tower, obra del célebre arquitecto
británico de ascendencia italiana,
Richard Rogers, cuenta con una de las mejores vistas panorámicas de la
ciudad condal. Su inusual estructura semiesférica de diseño modular se encarga de
hacer el resto a la hora de posicionarlo como una de las localizaciones con más
demanda dentro de su categoría.
La fórmula de su éxito reside en la justa medida de cada uno de los ingredientes que la componen: Un espectacular espacio cuya estructura arquitectónica prescinde de todo artificio para permitir brillar al visitante con luz propia, un producto de calidad elaborado por las manos expertas de profesionales del sector y una desmesurada pasión por el cuidado de hasta el más pequeño detalle. Sin duda el escenario perfecto para el transcurso de cualquier escena de nuestra vida social. De su completa oferta cabe destacar que por un lado seduce por su acertada selección de cócteles, tanto clásicos como de autor y por otro por su maridaje de excepción, presentado a modo de cuidadas propuestas de platos a la carta con los que complementar nuestra experiencia.