Al hablar de café es imposible no evocar a uno de los mayores productores
nacionales de nuestro país, Cafés Bou. Un negocio actualmente familiar, fundado en
1957 y adquirido en 1975 por Jesús
Gotor que cada año produce más de un millón de kilos que exporta y distribuye
en más de cinco países. En la actualidad, su hijo Carlos Gotor, segunda generación y CEO de la empresa, dirige con pasión el legado que le transfirió su
padre. Una empresa que factura cada año más de 9,5 millones de euros. Su primer
reto tuvo lugar en 2004, inaugurando una
nueva fábrica tecnológica, la más
avanzada de toda Europa en cuanto a tueste envolvente se refiere, pudiendo
controlar más de 50 variables por segundo. En 2016 fueron más allá produciendo sus propias cápsulas, llegando a desarrollar en 2020 un formato único de café
molido profesional, listo para tomar en casa. A día de hoy son un referente
gourmet que prescinde de lo superfluo
para centrarse tan sólo en su calidad.
El hecho de ofrecer un producto de estas características fuera del circuito profesional de venta, ha permitido al consumidor vivir un sinfín de momentos especiales alrededor de cada taza sin la necesidad de salir de casa. Así fue como nació su extensa colección de sabores. Propuestas únicas y con personalidad propia que año tras año no dejan de sorprender tanto por su tueste como por su elaboración. Proceso único patentado que permite que el sabor perdure en el paladar hasta pasados 15 minutos de su consumo en cualquiera de sus distintos formatos, ya sea en grano, molido o cápsula. Eso sí, el agua es clave. Se recomienda sea muy blanda. Para este invierno han creado dos nuevos sabores, Etiopia Guji y Java Jumpit. El primero con intenso aroma a limón y té negro y el segundo con notas de avellana y chocolate, ideal para maridar con bombones durante el transcurso de nuestro momento especial del día.