Coronando la cima de la emblemática Cúpula de las Arenas de Barcelona se encuentra el Restaurante Abrassame, un genuino y original espacio cuya decoración invita al comensal a vivir una experiencia gastronómica única.
Fruto de la pasión por el cuidado del detalle y el trabajo bien hecho, la familia Guerrerro - Ramírez, se enorgullece de ser los propietarios de uno de los referentes gastronómicos más reconocidos de la Ciudad Condal.
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Sus cuatro ambientes claramente diferenciados buscan satisfacer las necesidades de cada uno de sus comensales a cualquier hora del día.
La terraza climatizada, fue concebida como un refugio urbano donde disfrutar de las mejores vistas 360º del skyline de la ciudad mientras se saborea cualquiera de los más de 30 platos de la carta. La zona de bodegas se convierte en el mejor de los marcos para cerrar cualquier comida de negocios de forma tranquila y discreta, en un lugar donde ver sin ser vistos. La barra central es todo un espectáculo a cualquier hora del día gracias a los showcookings en directo que tienen lugar a lo largo de toda la jornada. Por último, pensando en los amantes de lo exclusivo, Abrassame pone a su disposición un elegante salón privado donde celebrar cualquier tipo de acto.
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Detalle de uno de los elementos florales que decoran la entrada de uno de los espacios nobles del establecimiento.
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Con motivo de la presentación de su nueva carta, se le celebró a puerta cerrada, un exclusivo lunch que congregó a lo más granado de la prensa gastronómica de nuestro país. Críticos, influencers, líderes de opinión y bloggers de reconocido prestigio, se dieron cita en uno de los encuentros más esperados del inicio de la temporada.
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La presentación transcurrió en uno de los salones privados del establecimiento.
Detalle de la armónica disposición de cada uno de los servicios de la mesa.
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El menú degustación dio comienzo con un delicioso risotto de verduras de la huerta eco, al dente, acompañado de una fina lámina de queso Stilton.
Como sugerencia del chef se recomienda emplear la lámina de queso como cuchara con el fin de intensificar el sabor de arroz.
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Haciendo honor a la filosofía de su carta, se pudo saborear una crujiente lubina, recién pescada aquella misma mañana, presentada sobre una sábana de patatas asadas en salsa.
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El pincho de tempura de verduras con langostinos sorprende tanto por su impoluta presentación como por el contraste de texturas y sabores. Sin duda un juego armónico donde se conjuga muy sabiamente lo mejor de la tierra y el mar.
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Los amantes de la cocina oriental están de suerte y en pensando en ellos se han ideado algunos platos como este tataki de atún con germinado de soja, sésamo y aguacates en salsa acompañados de tomates cherry.
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El solomillo de ternera al foie con surtido de mostazas es sin duda uno de los platos estrella de la carta. Su jugosa carne se funde con un crujiente foie, que muy sabiamente complementa al resto de salsas de acompañamiento.
La magnificencia y la maestría con la que son elaborados todos y cada uno de los platos, convierte cada elección en una pequeña obra de arte culinaria.
Sus deliciosos postres, el octavo de los pecados capitales, se deben de saborear muy lentamente, notando como las brasas del infierno se apoderan poco a poco de nuestra alma.
