Las jornadas Cartier European Crafts Days celebradas del 27 al 29 de marzo en Barcelona, nacieron como una iniciativa donde poder dar la oportunidad al público de ser testigos de un hermoso dialogo entre el artista y su obra. Una acción internacional, celebrada simultáneamente en varios países donde se abrieron de par en par las puertas para invitar al espectador a formar parte de un escenario que aúna las principales señas de identidad del fascinante universo creativo de Cartier con el legado del patrimonio artístico local. Una interesante postura que huye de la típica imagen de marca global que hasta hace poco a homogenizado a los grandes conglomerados del lujo alrededor de todo el mundo. Sin duda, un excepcional punto de encuentro donde poder descubrir en primera persona, algunos de los secretos mejor guardados de cada uno de los maestros artesanos participantes. Una oportunidad única de estar entre bastidores, respirar la atmósfera que envuelve al proceso creativo y sentir que se forma parte de él.
La edición catalana contó con la participación de dos invitados de excepción, el maestro vidriero Jorge Aragone y la escultura cerámica Sophie Aguilera. El argentino afincado en Barcelona, restaurador oficial de la cristalería de iconos del modernismo catalán como la Casa Batlló o el Hospital de Sant Pau, explicó con orgullo, el reto que supuso realizar en poco más de año y medio las vidrieras emplomadas de la entrada de la boutique, inspirada en un broche vintage de la firma y la espectacular cúpula que preside la sala VIP, en tributo a la del Palau de la Música Catalana. Por su parte la joven, mientras realizó una pequeña muestra de su arte en directo, compartió alguna de las muchas anécdotas que vivió durante los poco más de tres meses, en los que de manera ininterrumpida, dio forma a los 300 pétalos cerámicos, esmaltados en forma de jazmín, algunos de ellos en pan de oro, que enmarcan el espacio de la sección bridal del establecimiento.