-------
Durante décadas el Hotel Palace de Barcelona ha sido testigo de un sinfín de momentos históricos, desde que en 1919 bajo el paraguas empresarial del imperio hotelero de César Ritz, abriera por primera vez sus puertas. Situado en la confluencia de la bulliciosa Gran Vía con Roger de Llúria, su fachada de estilo neoclásico enmarca con un aura de lujo y solemnidad el chaflán que ocupa. Sus toldos carmesí y el dorado que recubre parte de sus preciosistas forjados, dan la bienvenida al transeúnte, invitándole a adentrarse a un mundo donde el tiempo se detiene, dándole la oportunidad de revivir el esplendor y la gloría de una época pretérita que convive en armonía con el presente, mirando siempre hacia el futuro.
Aún recuerdo la primera vez que traspasé su
puerta giratoria mientras su amable portero me daba la bienvenida y mis
sentidos se embriagaban con un fresco y sutil aroma a fresias, caminando en
dirección al Nineteen, su hall bar, mientras poco a poco sentía
como ya formaba parte de su historia.
(Bodegón compuesto por la invitación que me hizo llegar el gabinete de comunicación del Hotel Palace y algunas imágenes del transcurso del evento.)
-------
Invitado por El Palace y su maravilloso y profesional gabinete de comunicación, el
pasado jueves tuve la oportunidad de reencontrarme inusitadamente con personas
excepcionales que hacía tiempo no veía como a mi adorada Montse Martínez de Glow Active Detox Collagen de Eiralabs, con quien muy gustosamente
entré del brazo mientras intercambiamos risas y confidencias, mi querida Laure Pelloux, a quien conocí hace años
durante mi ejercicio como relaciones públicas de la Embajada de Indonesia en Barcelona,
comentándome que es ahora responsable de markéting
de Lladró, la simpatiquísima Vinyet Almirall, directora de
comunicación de Bodegas Torres en
compañía de su encantadora relaciones públicas Marta Bonell, siendo siempre un placer reencontrarme con ella desde
que en mi época como ejecutivo de cuentas en Grey Group fueron clientes nuestros, asegurándose en todo momento de
que no faltase ni Viña Esmeralda ni
rosado en las copas de los invitados, presentándome a la encantadora Maria Núñez García-Adámez de Jacoliva, mi dulce Ekaterina, directora creativa de la firma de complementos Saviler en compañía de su esposo Sergi Balcells, director de Job Today en Cataluña, el prestigioso cirujano plástico Javier de Benito en compañía de su adorable hija Carlota, con quienes tuve el placer de
compartir velada durante el posterior cóctel, el alcalde emérito de Barcelona Xavier Trias, la modelo y miss
mundo 2015 Mireia Lalaguna o el
siempre amable y simpatiquísimo estilista Antonio
Garrido.
La copa de bienvenida fue servida en El Jardín de Diana, una preciosa
terraza de estilo modernista cuyo nombre homenajea la deidad griega y figura corona
la última planta del inmueble. Desde allí la oferta es infinita, desde
disfrutar de una de las mejores panorámicas 365º de la Ciudad Condal hasta deleitar nuestro paladar con la amplía carta
que ha elaborado Marc Mallasén para El
Winter Garden, el restaurante de la terraza.
---------
En el centro, se encuentra una preciosa pérgola
enmarcada por una frondosa vegetación típica de la zona y un restaurado
mobiliario de hierro forjado. Allí se prepararon cócteles con base de ginebra, Vermut Yzaguirre de la mano del
encantador Josep Fores Daura y refrescos. En uno de los
laterales se sirvieron ostras, mientras en el otro se cortaba jamón para unos
pocos afortunados.
Dos horas más tarde, bajamos al Salón Gran Vía, la joya de la corona del hotel, una sala de 253 metros cuadrados con capacidad para
280 personas donde celebrar todo
tipo de eventos y reuniones. Allí me presentaron a amabilísima y
encantadora Elisenda Martí, la nueva
directora de comunicación del hotel con quien compartí la mayor parte de la
noche en compañía de otros periodistas, también invitados por el hotel, aunque
el protagonista indiscutible de la velada no fue otro que Marc Mallasén quien no dudó en darlo todo y agasajarnos con un exclusivo
cóctel, cortesía del hotel, elaborado para la ocasión donde pudieron saborearse
deliciosos canapés de pan con tomate y jamón, bombones de chocolate blanco con foie, viera infusionada con té rojo,
falsos makis de ensalada césar, esferificaciones
de ajo blanco con crujiente de cecina, gazpacho de remolacha o espuma de coco
con foie, todo ello maridado con una
excelente selección de vinos por cortesía de Bodegas Torres.
Desde aquí quiero dar las gracias al Hotel Palace y a su fantástico gabinete
de comunicación por la invitación y tenerme siempre presente, a Bodegas Torres por asegurarse de que no
faltase vino en mi copa durante toda la noche y a Marc Mallasén junto con su equipo por el suculento cóctel que
regaló a nuestros sentidos.