Tras permanecer varios meses cerrada por reformas, la legendaria joyería Cartier, reabre nuevamente las puertas
de su flagship store barcelonés para
dar la bienvenida a quienes deseen adentrarse en su fascinante universo
creativo. Un espacio de más de 450
metros cuadrados, divididos en dos ambientes, en los que vivir en primera
persona una completa experiencia de compra, en un entorno de excepción, cuya
nueva imagen huye de lo global y escapa de convenciones, nutriéndose del patrimonio
artístico local al mismo tiempo que rinde tributo a algunas de las más
representativas señas de identidad de la ciudad a través de una oda al
modernismo y a las artes decorativas.
Al abrirse la puerta, un colosal relieve de mármol blanco, esculpido a mano, recreando la figura de la Panthère avistando la ciudad desde lo más alto de la Plaza Hipóstila del Parque Güell, da la bienvenida al visitante a un espacio de ensueño. Paredes de palmera natural trenzada, pintada a mano comparten protagonismo con baldosas cerámicas y esmaltes típicos de la zona. “Le Jardin” la espectacular sala VIP de la boutique, proyecta la energizante y vibrante luz del mediterráneo gracias a un impecable uso del color mediante la yuxtaposición de texturas y materiales. Paneles de madera abatible, pintados a mano y bordados con cuentas de ámbar y cristal, enmarcan un patio de limones desde donde dejarse llevar por los sentidos.