El Restaurante Collage, situado en la calle Calvet de la zona alta de Barcelona, se ha convertido en muy poco tiempo en un punto de encuentro obligado para los amantes de la buena cocina de mercado.
Su decoración hace honor a su nombre y su estilo se nutre del estilo provenzal con pequeños guiños al arte pop.
La calidez de su atmósfera arropa al comensal mediante suaves tonos tierra que son interrumpidos por explosivas notas de color.
Su ambiente recrea un entorno en armonía con su tiempo. Conceptual y a su vez moderno, todo se integra a la perfección con la tradición.
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Su decoración hace honor a su nombre y su estilo se nutre del estilo provenzal con pequeños guiños al arte pop.
La calidez de su atmósfera arropa al comensal mediante suaves tonos tierra que son interrumpidos por explosivas notas de color.
Su ambiente recrea un entorno en armonía con su tiempo. Conceptual y a su vez moderno, todo se integra a la perfección con la tradición.
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La nomenclatura de la carta sorprende por su frescura y buen humor, su cuidada presentación hace el resto, como resultado el comensal se deleita con atrevidos platos de vanguardia que se adaptan con facilidad a los gustos del comensal local.
El menú de medio día, es ya uno de los principales reclamos gastronómicos del lugar a la hora de comer y cada vez son más los que seducidos por su carta, se suman a sus cenas con música en directo.
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Como entrante las bombas de queso fresco con mermelada de tomate y vainilla son una excelente elección.
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El sushi de salmón y aguacate sorprende por su juego de texturas y sabores. El secreto consiste en dejar las algas para el final mientras se limpia el paladar con ellas.
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Los huevos en cocotte al queso gorgonzola son ya un clásico de la casa.
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Los amantes de la carne no pueden dejar pasar la ocasión de probar la hamburguesa con manzana confitada y foie, no se arrepentirán.
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El rey de la carta de postres es todo un pecado, en esta ocasión presentado con cobertura de chocolate con leche y mango.
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