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El Hotel Avenida Palace de Barcelona se convirtió en el escenario elegido por la Asociación Nacional de los Conserjes de los Hoteles Españoles para celebrar la quincuagésima tercera edición de la entrega de los Premios Las Llaves de Oro. Un galardón que premia la excelencia del ramo a aquellos que durante su ejercicio profesional demuestran su dedicación, implicación y valía.
Ser poseedor de una de estas insignias de oro en forma de llaves cruzadas, garantiza a los huéspedes alojados en un hotel, un buen servicio de primer orden.
Pese a que en mayor o menor grado por todos es conocida la figura de estos profesionales, a muchos aún a día de hoy se nos escapa cual es exactamente la función que desempeñan.
A groso modo el conserje de un hotel es casi una "hada madrina" ya que su principal función consiste en hacer realidad los sueños de sus huéspedes. Desde conseguir las entradas agotadas de un concierto hasta reservar mesa en un restaurante con lista de espera, pasando por amplío ramo de peticiones, su misión es hacer todo lo posible que esté en su mano por conseguirlo.
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Según marca el protocolo el acto se divide en cuatro partes: Recepción de bienvenida, entrega de premios, cena de gala y baile.
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La recepción de bienvenida resulta muy emotiva, ya que actúa a modo de punto de encuentro entre los conserjes de todo el país que no se han visto desde hace un año en la anterior edición.
Acompañados por sus parejas y esposas la gran mayoría, la velada transcurre entre fuertes apretones de manos y abrazos, mientras intercambian risas y confidencias.
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Uno de los anfitriones encargados de dar la bienvenida fue Jordi Leno, Vice-Presidente Nacional y Delegado en Cataluya de Las Llaves de Oro.
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La velada dio comienzo con la actuación en directo de la soprano Natasha Tupin, el tenor Víctor Galiano y la pianista Andrea Álvarez.
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Al finalizar la actuación brindaron a la salud de todos los allí presentes.
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Durante la recepción de bienvenida tuve la oportunidad de hablar y conocer a Álex Hernández, el Rooms División Manager del Hotel Claris de Barcelona.
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Siguiendo el timming del evento, acto seguido se procedió a la entrega de premios.
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De los galardonados aquella noche, destacar el reconocimiento a Denis Veryatin, Conserje de la Recepción del Hotel Casa Fuster de Barcelona, por su intachable e impecable trayectoria.
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Tal y como su nombre indica, Las Llaves de Oro están realizadas con el noble metal y una vez otorgadas son colocadas en las solapas del uniforme.
Algo que muchos desconocen es que fueron diseñadas en los talleres de los maestros artesanos de la prestigiosa joyería suiza Bucherer.
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Para la ocasión, El Gran Salón, el espacio más noble y solemne del Hotel Avenida Palace de Barcelona, se vistió de gala para celebrar uno de los actos más emotivos y entrañables del año.
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De los servicios destacar su armónico contraste cromático. Vajilla de porcelana blanca, con cubertería de plata y copas Riedel sobre una mantelería negra gofrada en relieve.
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De primero se sirvió una crema de marisco al Armagnac.
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Seguido de un solomillo de ternera con crema de ceps y gratin de patata.
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Tras el postre, un coulant de chocolate con helado de vainilla y frutos rojos sobre un fondo de cacao, dio comienzo el baile.
Marcando a ritmo de vals un punto y aparte a un nuevo encuentro que tendrá lugar en breve.
Desde Monsieur Privé queremos agradecer la invitación y el maravilloso trato recibido por parte de toda la organización.
¡Muchas gracias!
(Imágenes cortesía de Sebastian Szulfer Photodesign)
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