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El Palauet, la obra póstuma del célebre arquitecto catalán Pere Falqués fue el escenario elegido por Campari para celebrar el centenario de uno de los cócteles más reconocidos del mundo, El Negroni. El espacio, una regia fortificación de 1906, de estilo modernista, situada en el céntrico y exclusivo Paseo de Gracia barcelonés, abrió de par en par sus puertas para dar la bienvenida a los 100 invitados que acudieron a la llamada del enigmático conde cuyo apellido daría nombre a uno de los clásicos más aclamados de la coctelería. De rigurosa etiqueta, uno a uno le rindieron pleitesía brindando al unísono con cualquiera de las tres versiones del combinado creadas para la ocasión.
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Entre las muchas sorpresas de la noche, los asistentes pudieron elaborar su propio cóctel a base de Campari de mano del gran Giacomo Gianotti, el red hand de la casa, considerado uno de los 50 mejores bartenders del mundo, ocupando el puesto 37 dentro del ránking mundial. Dentro del The Negroni Room, un laboratorio de mixología, recreado con todo detalle para la ocasión, todo estaba listo. Sin regla o norma alguna, creatividad al poder, todo fueron licencias a la hora de dar rienda suelta a las preferencias y gustos personales de los participantes. Los resultados fueron realmente sorprendentes a la hora de formular nuevos sabores y texturas.
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El broche de oro lo puso un opíparo cóctel en el que los asistentes pudieron disfrutar de una acertada selección de canapés, elegidos concienzudamente para maridar a la perfección con cualquiera de los tres cócteles sugeridos. Los nostálgicos indiscutiblemente se decantaron por el clásico y los más atrevidos por su versión sbagliato, fuese cual fuese su elección, en ambos casos a la salud de Don Camillo!
Desde Monsieur Privé queremos dar las gracias por la invitación y dejar constancia que recomendamos el consumo responsable de cualquier tipo de bebida de base alcohólica.
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