Tras someterse a una completa reforma, el restaurante Tejada Mar reabre nuevamente sus puertas para dar la bienvenida al buen tiempo. Su propietario, el célebre restaurador poseedor de una Estrella Michelin, Romain Fornell, amplía con esta nueva apertura la oferta gastronómica del Grupo Goût Rouge. Situado en un emplazamiento de lujo, a primera línea de mar, en la planta baja del Hotel W de Barcelona, cuenta con unas de las mejores panorámicas del skyline de la ciudad. Su interiorismo, obra de EM Estudio, se divide en dos ambientes. El primero, situado en pleno paseo marítimo de la Barceloneta, es presidido por una sombreada pérgola de madera cuya atmósfera invita a contemplar maravillosas puestas de sol durante todo el año. Su interior, un comedor acristalado, cuenta con una superficie con capacidad para 100 comensales.
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La variedad de su carta lo convierte en un punto de peregrinación obligado para los amantes del marisco y los arroces. Recetas frescas con alguna influencia francesa que arrancan con una cuidada selección de tapas. Un acierto seguro con el que hacer las delicias de cualquiera. Clásicos como el jamón ibérico de bellota, las croquetas, las patatas bravas o los calamares a la andaluza comparten protagonismo con nuevas sugerncias como las cigalitas Robuchon con albahaca o la ensaladilla King Crab. De su oyster bar cabe hacer especial mención al carpaccio de atún toro con sésamo y mostaza y a las ostras especial Sorlut con Mignonette. Tanto sus brasas como platos principales son presentados sin artificios de ningún tipo. Lo que premia es la calidad de la materia prima. Sus mejillones de roca con salsa thai maridan a la perfección con cualquiera de los 40 vinos de la carta antes de dar paso a las paellas.
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Los más golosos podrán poner el broche de oro a cualquier tipo de encuentro o celebración con una selección de postres elaborados en el obrador de la pastelería. El cheesecake Salvador Dalí rinde homenaje al genio catalán presentado a modo de escultura en forma de labios. La mousse de chocolate ha sido ideada para compartir. Quienes opten por algo más ligero podrán refrescar su paladar con los bocados de piña y Malibú o cualquiera de los helados artesanos de su surtido.
Desde Monsieur Privé queremos felicitar a todo el equipo por esta nueva apuesta y por ofrecer un servicio impecable en tiempos tan difíciles e inciertos como los que vivimos. Es un orgullo para la ciudad contar entre su oferta con un espacio gastronómico como este.
(Imágenes de Monsieur Privé y cortesía de Arduino Vanucchi)
