De la mano de mi gran amiga la periodista Daniela Tonello, Directora de la publicación de lujo Barcelona Divina y a su vez responsable de prensa de la firma de alta costura Tot-Hom en Cataluña, un año más fui invitado a soñar desde el front row de la emblemática casa de modas para re-descubrir en primera persona la esencia de su fascinante universo creativo.
Con el protocolo que corresponde a un acto de tal solemnidad, todo estuvo cuidado hasta el más mínimo detalle, desde el sitting manuscrito con el nombre de cada uno de los asistentes indicando su lugar a ocupar, hasta una pequeña nota de agradecimiento escrita por la mismísima Marta Rota, Directora Creativa de la firma. Como recuerdo, los allí presentes perpetuamos aquel momento dentro de nuestro corazón con una hermosa rosa roja sin espinas, leitmotiv e hilo conductor de la colección.
Al igual que en pasadas ediciones la presentación transcurrió en la nave central del Palacio de Congresos de Barcelona, congregando a lo más granado de la alta sociedad catalana, contando con la presencia de la nobleza, empresarias de reconocido prestigio y rostros habituales del ámbito social. Del mismo modo una exclusiva selección de medios de comunicación, entre ellos Monsieur Privé, a los que no se les escapó detalle.
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A lo largo del desfile pudieron verse al completo más de 200 looks pertenecientes a las distintas colecciones de la firma. Su Línea A, dirigida a la mujer urbana y creada para satisfacer sus necesidades durante el transcurso de su día a día fue la encargada de abrir el desfile, seguida de la colección Prêt-à-Porter, dando paso a una selección de vestidos de Alta Costura a modo preludio de la Novia, la encargada de cerrar, poniendo el broche de oro.
Del primer bloque bajo el filtro de los códigos estéticos de la sofisticación, la feminidad y la elegancia pudieron verse propuestas de impecable patronaje y estudiados tejidos.
La yuxtaposición de colores como la producida entre juego del binomio atemporal que forman el blanco y el negro resulta en un sin fin de ocasiones un recurrente recurso que evoca al lujo y a la solemnidad.
Como si de pequeñas obras op-Art se tratase, las piezas reflejan interesantes estampados que estilizan la silueta.
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El fourreau presentado en todo tipo de tejidos, escotes y largos se convierte en la prenda estrella de la noche, convirtiéndose en un must have indispensable en el fondo de armario de toda mujer elegante que se precie.
Asimetrías versus simetrías, colas pavo real contra colas sirena, todo encaja a la perfección en el puzzle conceptual de la diseñadora catalana, obteniendo como resultado la traducción de la elegancia al lenguaje de hoy.
Como si de una presentación al más puro estilo red carpet se tratase, las modelos desfilaron luciendo creaciones de ensueño de sublime manufactura.
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El rojo carmesí en toda su paleta cromática se convirtió en el color estrella de la colección aliándose con el tafetán y su versatilidad a la hora de crear contrastes, volúmenes y fruncidos fantasía.
Como si del fruto prohibido del Paraíso se tratase, las modelos lucieron genuinas propuestas de ingenioso patronaje.
Líneas trapecio,colas sirenas y difuminados escotes en pico fueron los encargados de hacer el resto huyendo de artificios o elementos superfluos.
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Recuperando el esplendor pretérito de una época rica y próspera como el de la década de los 50, elegantes divas del Hollywood caminaron sobre la pasarela emulando a las grandes divas de todos los tiempos.
Empolvados tonos nude, ricamente bordados y superpuestos sobre vestidos de escote corazón son complementados con largas estolas de zorro a juego.
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Al unísono aplaudieron todos los allí presentes al vislumbrar sobre la pasarela este espectacular vestido de falda tubo y escote imperio ricamente bordado con pedrería.
Una capa al más puro estilo de la Reina de la Nieves, puso el punto efectista a un look ultra femenino y de ensueño con ciertas reminiscencias neo góticas.
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Siguiendo la tradición de los legendarios desfiles de alta costura de la época dorada de la moda, un precioso vestido de novia fue el encargado de cerrar el desfile poniendo el broche de oro.
Para la ocasión fue presentado un vestido de falda de línea tulipán en tafetán de seda ricamente bordado, sin mangas y cuello high school.
La nota de color fue puesta por un tocado en el velo y un ramo de rosas rojas.
(Agenda modelo toile monogram de Louis Vuitton, Pluma estilográfica de Montblanc, imágenes cortesía de Tot-Hom y Monsieur Privé)
